Lo que está sucediendo en Seseña con las 11 querellas que ha presentado Francisco Hernando alias el Pocero contra el Alcalde de IU Manuel Fuentes solo tiene un nombre, aberración judicial.
Es una aberración inexplicable que después que Manuel Fuentes denunciara a Anticorrupción sus sospechas sobre la tramitación del Plan Urbanístico y que posibilitó que el anterior Alcalde del PsoE fuera imputado por soborno, la justicia vaya tan lenta en este caso y encima no se haya investigado para saber quién era el corruptor.
Pero más aberración inexplicable es que esto se deba gracias a que la juez que lleva el caso nada quiere saber y está poniendo “sospechosamente” todo tipo de trabas para no aceptar pruebas ni testigos de los que están denunciando la corrupción. Y lo que es ya del todo una anormal aberración imposible de explicar es que mientras este terrorista del ladrillo se está dedicando a ningunear a la justicia dedicándose a presentar querellas que se están resolviendo con una celeridad inusual e imponiendo unas fianzas al alcalde de IU desorbitadas (después de pagar 133.000€ de fianza, la última fue de 1 millón de euros, rectificada más tarde aduciendo un error informático) el llamado “Pocero” (cuándo lo propio sería llamarlo cloaquero) no esté ya en la cárcel.
Para el día 30 y 31 de enero hay convocada por IU una marcha contra la corrupción que partirá desde Seseña para acabar en Madrid, es importante reseñar que esta marcha no solo es para la gente de IU (no tengo noticias de que la apoye el PsoE y el Pp) es para denunciar el estado de impunidad en la que se desenvuelven los poderosos con el dinero de todos y con los chanchullos en las instituciones públicas, es en contra de la “consentida” instrumentalización de la justicia que usan los corruptores y corruptos para intentar doblegar a los que no se dejan corromper como es el caso de Manuel Fuentes, es para que todos los ciudadanos que anteponen la dignidad y la defensa de los intereses de lo público y que estamos hartos de tantos casos de corrupción paremos los pies a tanta impunidad y alevosía y a tanta connivencia judicial.
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